26.5.13

órganos orgasmos y pastillas

es necesario aclararlo
en el mundo hay artefactos y ratas
hay más simulacros que realidades, con esto 
no sorprendo a nadie 







todo es un montaje
una hipótesis
una prueba
un qué pasaría si


pero hay cosas
la gente muere, por ejemplo
                                               y desde esa idea en adelante
todo lo real es lo monstruoso
asi claro, así cualquiera
inventa


hay también mujeres
con esto quiero decir
en lo que no está
 no entran
aunque a veces parece que sí
que es lo mismo
artefacto
mujer
pantalla
mujer
quién se puso melodramática? disculpe señor
yo no
esto es un análisis de niveles sociales
quiero decir, un equilibrio
no sirve para nada
pero qué sirve, para empezar


entonces sigo, ahí estamos
somos saquitos de huesos apenas articulados que pisan suelas de corcho
y sienten apretar sus culos en pantalones que nunca sabremos con exactitud
si son los que van
o los que queremos que vayan
o los que deberían ir
y así con todo
desde el primer pelo hasta la pintura comida de las uñas de los pies
no hay agujero impoluto, y eso aunque el hombre me crea exagerada
la mujer lo sabe
 mujer
ni la más libre
ni la que parece con los huesos
mejor puestos
se ve eximida en algún momento
del auténtico terror del vacío abajo de la piel, cómo les digo
de que el mundo le haya pasado
y el tiempo la haya comido
a ella junto a tantas otras
para acabar siendo
apenas simulacro
apenas artefacto
apenas rata a observar en cambios y comportamientos





con esto y sin ir más allá
hay
junto a todas las cosas frágiles y fugaces
y tan bellas como el sol o la luna o el abanico abierto de las estrellas
mujeres con menstruaciones interrumpidas
y llantos que si no se disparan nadie quiere saber a dónde van
más allá de lo técnico
de lo que pasa en el mundo ahora
y no es sino
una prueba
a ver qué pasaría si
hubiera mujeres si
cagaran mujeres si
tocáramos mujeres y sintiéramos
una verdadera descarga eléctrica
como de silla de tortura
entre muchos espejos

20.5.13

una de las posibles explicaciones para algunas cosas que nos pasan ahora





en la elección de la zapatilla uno frunce los ojos como tomates secos, 
se embadurna en la duda mas sonsa 
y permanece inmóvil ante un torrente de posibilidades.



                    los modelos parecen bebes en un centro de adopción o cosa parecida, y de acuerdo a rasgos innatos, a características particulares, debe uno elegir el que mejor encaja




si el pensamiento antecede a la intuición, la zapatilla elegida tiene solo una particularidad. es la más barata, o la más linda, o la de aspecto más cómodo.



si el pensamiento antecede a la intuición, el niño elegido tiene solo una particularidad. es el más delgado, el más blanco, el más inmóvil.



pero puede que no. 




puede pasar que en un arrebato del inconciente los ojos se claven en un solo par de zapatillas 
es como decir en un solo par de manos balanceándose dulcemente en el aire y una cadera inflada que parece encallada en su cama y limitar esta sensación a la definición

a la palabra enamoramiento, 
aunque en caso de las dichas zapatillas la llamaremos obsesión


porque hasta yo me ofendería si leyera que se llama igual lo que nos produce el cuero que la piel pura de un recién nacido.


y si lo que fuera que se llame, nos asalta el alma y hasta eriza nuestra piel y nos da palpitaciones, nos frena el flujo del aire
                     y la sangre, es decir, nos atasca en nuestra postura
 antes tan inquieta, y decimos para adentro, y si estamos solos sólo sonreímos: es esta, pasa que


la intuición antecede al pensamiento, como si el objeto/niño a poseer tuviera una conexión con nuestro chi, nuestros circuitos más ocultos.



y la zapatilla elegida no tiene ni una sola particularidad: cuando la gente la ve
casi no la ve

y el bebe elegido no tiene ni una sola particularidad: se integra al grupo
de los otros bebes bellos pero por bebes, no por ellos.



y con esto no quiero parodiar con arrogancia a la rosa del Principito por elementos más accesibles o menos cursis, 
/porque tiene ya su lugar en el inconsciente colectivo
en la literatura universal
y en el book de educación de niños bien modelados/
quiero decir
la gente elije las zapatillas y los bebes es cierto
pero las rosas no
las rosas son todas iguales
y aunque uno crea que el pensamiento
no antecede a la acción y picotee las espinas para comprobar cuál tiene menos


pierde el tiempo



los objetos a elegir
evolucionan







la gente no.

16.5.13

una mosca qui pas






"pues el problema no estriba en superar las fronteras de la razon, sino en atravesar como vencedor la sinrazón; entonces se puede hablar de buena salud mental, incluso aunque acabe todo mal"


Gilles Deleuze


en términos concisos digo, puede haber pasado. todo estaba alineado para que así fuera. una serie de causas.




después eso. yo no me quiero poner melodramática. me solicitan un informe, yo contesto. estoy sujeta a las circunstancias desde hace rato, no me molesta extender en el tiempo una imagen de sutil déspota, de mujer arraigada a los rencores. porque después parece que así nací y ya, aunque no sea cierto, yo siento que se me perdona y soy feliz con eso. 



a ustedes les parecerá raro. no voy a contar lo que hice: quien quiere saber mas sobre lo que ya esta sellado como crimen, integrado a los miles de archivos registrados en sus carpetas correspondientes. no hay que confundir papeles. el mundo esta así porque, quizás, los papeles se desfasan tanto que unos se empeñan en mostrar lo visible y otros en ocultarlo, y nadie lo explica, y el mundo desde freud o antes tiene una sed tormentosa de explicaciones lógicas.



ustedes la tienen, de otro modo no. de otro modo nada de esto pasaría. nos quedariamos con cosas y datos ya concisos y suficientes. ninguno de nosotros se alteraría. un caso mas. femenina. cuarenta anos. presenta trastornos leves que no pueden absolverla. así dirán, mas o menos, me imagino. 



puede haber pasado. pero no paso. pudo haber sido eso que ustedes dicen, ese cuadrito blanco que ustedes completaron para condenarme pudo haber quedado así. blanco como el de todo civil bien civilizado. pero esta lleno. yo estoy llena ay,  de esta loca rabia. quiero decir, si las cosas conducen a, las cosas terminan en. lógica rebosante. yo no soy así, disculpeme señor. así como me ve es lo que no soy. explico, digo, para que no queden dudas, que pudo haber pasado pero no pasó, y lo explico para que nada quede afuera, rebotando, suelto, ni nadie se vea en un embrollo horrible de dudas y ambigüedades. la simpleza es característica de los que no podemos ser absueltos. usted me escucha? yo no escucho bien, no se si es a mi a quien condena, si es a aquel. porque podría ser cualquiera, como este de aquí. pero no, por un microsegundo, una mosca que pasa. 

8.5.13

El campamento


" No era una criatura desvergonzada, motivo por el cual su primer sonrojo hay que registrarlo como sensación" 

Heinrich Boll







No sabía de qué rodearme. Mi mundo era minúsculo, muy minúsculo, y a veces soñaba con perros que perseguían palomas y les masticaban el cogote como gatos. A veces con caricias de hombres reforzados por el ejercicio físico, un amparo que cuando lo sueño ahora no puedo describir, y entonces tampoco podía hacerlo pero ya no me interesa. No es paternal, no es amoroso: un amparo como de carpa bien techada, y afuera hace frío y llueve y yo adentro de un cubículo minúsculo, muy minúsculo, inmune a los ataques de las fieras posibles. En los sueños no sé si había fieras, no quiero saberlo, pero si las había no me atacaban porque hombres con manos desproporcionadas, que entrenaban a destiempo del cuerpo, me pasaban los dedos por el pelo y no pensaba está despeinado, porque no pensaba nada y ahora cuando los recuerdo tampoco recuerdo sus rostros o la conformación de todos ellos, y no quiero saberlo porque otro amor me sitúa distinta en un mundo minúsculo, muy minúsculo, casi de papel revuelto.



Y un día uno de esos hombres tuvo cara y cuerpo al mismo tiempo. No la asocié con nadie, y, como en algunos momentos muy cortos, no quise relacionarlos porque los dos eran preciosos en su individualidad. Si había otra carpa además de la mía, era imposible saberlo. El hombre estaba parado aunque la carpa fuera baja, desde su tan arriba me apretaba a veces la cabeza sin demostrar jamás un intento de agresividad. 





Me dijo que no tuviera miedo si era tarde, o si mi cuerpo había cambiado demasiado desde el encierro, que tenía que salir. Que el sol había cambiado su forma, lo que antes era amarillo ahora era apenas rojizo, y el ambiente, cómo decirlo, decía, parece incendiado. O peor, sonrió, la resaca de un incendio. Te toparás con cenizas de los cigarros que fuman los niños torpes y que se guardarán cuando vos salgas. Serás alta y bella como un espíritu. Y tendrás que darles a todos tu liviandad más despojada. Recordá, si te cuesta, la poca resistencia que oponés cuando está mi mano en tu cabeza, o recorre muy de a poco tus tetas hasta endurecerlas. No te contraés, sos versátil como una fruta podrida que ya no sabe que vive y no le importa tampoco. Lo mismo tendrás que hacer con ellos: la mujer que con su ignorancia del mundo sonríe altanera y su sabiduría parece venida de un mundo lejano. Te querrán así, como yo te quiero, decía el hombre siempre parado y sin sacar nunca su mano de mi cabeza.




Salí y era aún de noche, pero porque el sol estaba ya asomado y muy rojo, descubrí que el día comenzaba y por primera vez diferencié los tiempos. Lo que antes era un suceder de momentos homogéneos, ahora se convertía en una innovación lisérgica de la disposición de las cosas. Las carpas estaban separadas por pastos muy altos que nadie estaba dispuesto a cortar. Y en cada carpa había un niño. Dejé mi dureza afuera, y adentro, sin preguntar si se podía, pensé en una banana podrida que deja vestigios entre las manos cuando se la aprieta. Y fui yo entonces algo como una banana y todos pudieron exprimirme hasta que, cuando tomé conciencia – y el sol no era amarillo, nunca, pero al menos se había vuelto menos rojo – volví a la carpa y le pedí al hombre, que era muy negro y estaba solo devorándose las uñas y mirándose la punta de los pies en una postura inhumana, que me mostrara la cara. Brillaba como una perla artificial. Y su mano me buscó, pero le dije que no, por primera vez hablé para decir que no, y eso me dolió en el alma porque no quería y se escuchó igual, nadie afuera, pero él sí, lo escuchó y su seriedad era algo que no había visto nunca: un resentimiento endemoniado. Me echó con esa mirada una serie de mensajes en torbellino que codifiqué como una digestión de los hechos. Sos una fruta, como una fruta que ya está aplastada, y su mano pasó de mi cabeza a mi cuello y después a mi cintura, que ablandé de pronto, creyendo que tras tantas exprimidas no podría volver a hacerlo, y su amor se tradujo sólo y simplemente en el recuerdo de las manos blancas de un niño intentando descubrir de qué se trata la supervivencia, ese buscar alimento para poder seguir lúcido y alegre, y triste – con una tristeza que vendría después – por saber que a veces es un trabajo, nada más que un trabajo, mantenerse siempre sorprendido, siempre alerta a cualquier delicia.
                                                                                                                                                   



1.5.13

día del dependiente


"ellos prestaban sus manos, yo alquilaba el alma" 
Rodolfo Walsh


Es insólito
se me salió una parte del dedo
a través de otro dedo.
Debe haber un mito parecido, sospecho
sobre la aparición de un árbol extinto.
Fumaba con la cabeza gacha
casi tranquila
y vino una presión como de puños en la espalda
el dedo era un capullo en principio
un bultito que tomó forma
en el índice otro índice crecía
y así hasta ser un dedo completo.
Esperé un proceso sano
que todos los dedos tuvieran sus dobles
no pasó como siempre
que espero que la realidad responda a una secuencia lógica.
No era externo
lo sentía.
El dedo de un ser distinto en mi dedo que me pertenecía
tenía articulaciones y flexibilidad
era un dedo en movimiento.
Pasó un rato, no pasó nada
una película sin volumen seguía su curso y los protagonistas
hacían sus cosas sin inmutarse, muy lentos.
Después vino el miedo de quedarme así para siempre
pero duró poco.
Para ser una persona distinta es necesario un nuevo dedo:
Eso no lo dijo nadie
 y es bueno decir lo que todos piensan pero nadie se anima
a escribir porque es feo tener un nuevo dedo
y es feo no saber qué hacer con él

yo sé

mostrarlo como si fuera mío
y salir a la calle como esas condesas que nacieron
para ser condesas
y reírse de todos los chistes.
No se malinterprete
no soy extraordinaria
pero ser portador de un mito
nunca fue un rasgo despreciable.